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EL RESCATE DE BENITO

(öleo sobre tabla)

De la serie: TORMENTA EN EL MAR

... parado en la proa y luchando con tan solo un remo

(no me podía los dos, eran remos de lancha, muy grandes

para mis delgados brazos de un niño de 11 años), mi labor

era mantener la proa enfrentada al viento, para evitar que

las furiosas olas nos volcaran. Mi tío Isaías, con el motor en

reversa, acercaba metro a metro la lancha para ir al rescate

de Benito, su hijo y primo mío, que a ratos se perdía y de

nuevo aparecía en medio del mar embravecido, aferrado

al timón que minutos antes habíamos perdido por la tormenta

y que intentaba traer de regreso. Cuando finalmente subió a

bordo, venía pálido, "trabado" de frío y con inminente

hipotermia. Pasó horas tiritando en la cabina, pegado al tubo

por donde salen los gases calientes del motor.